Recuerdo un caso en el que un terrible mago llenó el aire de unos polvos que te hacían ver cosas alucinantes y que, incluso, hacían que te entrara un sueño insoportable. Al final, gracias a que he entrenado mi cerebro durante muchos años, conseguí no caer en la trampa, capturándole y resolviendo el caso.
Para que tú también entrenes tu cerebro, aquí van unas imágenes que te ayudarán a saber cuándo lo que ves es una ilusión óptica y cuándo no. Mucha atención.
Fíjate en el punto central y mueve la cabeza adelante y atrás. Verás cómo los círculos comienzan a girar.
Desplaza la vista por el dibujo y fíjate cómo los puntos cambian de color.
Mira fijamente el centro de la imagen y observa cómo la zona negra de expande.
Me gustan estas ilusiones ópticas, molan mucho.
ResponderEliminarComo mola
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